Fue una mañana celebrada con la Eucaristía, y aunque no fuimos muchos los que llegamos, sabemos que la oración nos mantiene unidos más que nunca.
Mañana en la Eucaristía de las 20 horas, celebraremos con la comunidad parroquial, o más bien, con quienes llegan constantemente a la Misa de la tarde.
Nuevamente agradezco a los que han participado en esta comunidad, a los que nos apoyan desde afuera con la amistad y la oración, y sobre todo al Señor de la Vida que nos ha reunido en esta maravillosa corriente de vida.
Gracias a todos.
Bendiciones.