24 agosto, 2007

Madrugar

Cuando ya son mas de las 6 de la tarde del viernes 24 de Agosto, y muchos madrugadores se preparan a viajar (otros ya lo van haciendo), escribo esta nota que seguramente leerán al volver a sus lugares de origen.
El año pasado pude participar del encuentro en Copiapó, y me llenó de mucha Gracia... este año, por diversos motivos, no podré hacerlo en Los Angeles, entre otros, porque en la parroquia donde sirvo, somos dos sacerdotes, y debemos cubrir muchas Misas el fin de semana; además, estoy algo enfermo... Dios es sabio, y por algo, me deja acá.
Estoy seguro que los madrugadores de los Angeles han preparado el Encuentro con mucho cariño y dedicación, y que quienes participen en él por primera vez, serán gratamente sorprendidos. El año pasado, todos quedamos impresionados no solo por la acogida, sino también por el testimonio de fe de muchos otros varones que se esfuerzan por ser buenos cristianos.
Al madrugar, creo que todos hemos experimentado la gracia del Señor a través de su Madre Santísima que ruega para que cada madrugador sea un hombre fiel al ideal de santidad al que nos llama en Buen Padre Dios. Es reconfortante ver cómo crece esta corriente de vida, y gana espacios para la gloria del Señor. En la parroquia, el grupo ya se ha ganado un espacio en las Misas del domingo en la tarde, las que animan con el coro, dándole un toque muy especial... y también el grupo ya se ha integrado plenamente en las reuniones de la sede parroquial (consejo), por lo que aportan lo suyo, y muy bienvenido.
Al madrugar, hemos crecido como hermanos en la fe, experimentando el cariño de Dios expresado a través de nuestra oración y afecto personal. De modo personal, me he sentido fuertemente acompañado por ellos, y su presencia en mi ministerio, ha sido un aliciente para continuar adelante con mi misión.
Al madrugar, hemos alcanzado ya un pedazo de cielo, al ofrecer el sacrificio, el cansancio, el dolor... las alegrias y anhelos de un mundo en el que Dios reine y su Madre sonría.
A horas de iniciarse el IX Encuentro Internacional de Madrugadores, y esperando a que pasen algunos de los madrugadores de la parroquia a despedirse y pedir su bendición, me quedaré en oración, esperando que vayan y vuelvan cargados de la Gracia del Espíritu, para iniciar un nuevo año madrugando hasta que nuevamente se nos llame a un nuevo encuentro de fraternidad y espiritualidad.
Deseando a todos los que participan en este Encuentro gracia y bendición, y acompañando a los que quedamos en casa...
Cristian, curita madrugador