Hoy, con una Misa en la que participaron Jaime, Horacio, Agustín, Darío, Joaquín, Luis, Omar, un señor que se fue al finalizar (no se quien era) y Rodrigo (que no aparece en la foto porque se retiró antes), cerramos el mes de septiembre.
Tuvimos un desayuno en el que luego de "tirar las orejas", pudimos reflexionar sobre algunas tareas que tenemos... espero no haber herido suceptibilidades... la idea es siempre mejorar y crecer.
Ya pronto cumpliremos dos años de vida en la parroquia, y tendremos la oportunidad de hacer un balance más acabado de nuestras actividades.
Por lo pronto, mi balance es positivo... yo he crecido junto a este grupo de amigos en los que he aprendido a darme cuenta que la fe es un elemento fundamental para la vida... puede sonar extraño que un cura diga eso, pero me refiero al hecho de descubrir como en la vida de muchos madrugadores el Señor y la Virgen han hecho milagros. Y yo no soy la excepción a ello. El solo hecho de que me acompañen en el ministerio, es un aliciente importante para mi; el saber que cuento con ellos, el descubrir que soy uno más con ellos en este caminar, me ha fortalecido como consagrado, y eso... se agradece inmensamente.
Espero que todos los sacerdotes que acompañan comunidades tengan la misma y rica experiencia que he logrado yo... alienten a sus curas a que les acompañen. En general, los sacerdotes necesitamos del afecto de los feligreses, y en un grupo como éste, se siente a concho esto.
Espero que todos los sacerdotes que acompañan comunidades tengan la misma y rica experiencia que he logrado yo... alienten a sus curas a que les acompañen. En general, los sacerdotes necesitamos del afecto de los feligreses, y en un grupo como éste, se siente a concho esto.
Bien, sería todo por hoy... hasta la próxima
Cristian, cura madrugador.